¡Madre sustituta! Trevor revela el contrato de gestación subrogada de Meghan y confirma que Archie y Lilibet no son sus hijos biológicos
En una revelación impactante, el ex marido de Meghan Markle, Trevor Engelson, supuestamente ha revelado detalles sobre un acuerdo de gestación subrogada, lo que ha desatado una nueva controversia en torno a la duquesa de Sussex y su familia. Según las afirmaciones que han surgido recientemente, Engelson ha revelado que los dos hijos de Meghan, Archie y Lilibet, nacieron mediante gestación subrogada, y que la duquesa no es su madre biológica. Esta revelación explosiva ha dejado atónitos a los observadores reales y al público, y ha suscitado dudas sobre la credibilidad de Meghan y la autenticidad de su relato.
Los informes indican que Engelson, que estuvo casado con Meghan de 2011 a 2013, ha presentado lo que afirma que es evidencia de un contrato de gestación subrogada que Meghan firmó antes del nacimiento de sus hijos. Si bien los Sussex han mantenido constantemente que Archie y Lilibet son sus hijos biológicos, esta nueva afirmación ha encendido acalorados debates sobre la transparencia y la ética dentro de la esfera real.
Durante años, Meghan y el príncipe Harry se han enfrentado a rumores y especulaciones sobre las circunstancias que rodean el nacimiento de sus hijos. Archie, nacido en mayo de 2019, y Lilibet, nacida en junio de 2021, han estado en el centro de un intenso escrutinio público, en particular porque los embarazos de Meghan estuvieron rodeados de secretismo. Los críticos señalaron la ausencia de las tradicionales fotos hospitalarias y el tamaño fluctuante de la barriguita de Meghan como razones para cuestionar la narrativa oficial.
La supuesta revelación de Engelson ha echado más leña al fuego, y ahora muchos exigen una respuesta oficial de los Sussex. “No se trata de atacar a Meghan”, dijo un comentarista real. “Se trata de honestidad y responsabilidad. Si estas acusaciones son ciertas, plantean serias preguntas sobre por qué decidieron ocultar la verdad al público”.
La revelación también plantea posibles implicaciones legales y éticas. Si Meghan efectivamente utilizó una madre sustituta, surgen preguntas sobre la legalidad de los títulos y las posiciones de sus hijos dentro de la familia real. Según la ley británica y la tradición real, el linaje biológico desempeña un papel fundamental a la hora de determinar los títulos reales y los derechos de sucesión. Si se confirman estas acusaciones, el asunto podría provocar un dilema constitucional para la monarquía.
La reacción del público ha sido polarizada. Los partidarios de Meghan sostienen que la decisión de recurrir a una madre sustituta es un asunto privado y no debería menoscabar su papel como madre. Otros, sin embargo, acusan a la duquesa de engaño, argumentando que su estilo de autenticidad y vulnerabilidad depende de la transparencia.
El príncipe Harry aún no ha respondido a las acusaciones, pero fuentes cercanas sugieren que la pareja se está preparando para otra ronda de intenso escrutinio mediático. Un portavoz de los Sussex se negó a hacer comentarios cuando fue contactado por los periodistas, lo que alimentó aún más las especulaciones.
Mientras se desarrolla esta historia, la familia real ha permanecido en silencio, adhiriendo a su política de larga data de “nunca quejarse, nunca dar explicaciones”. Sin embargo, los conocedores de la realeza especulan que el Palacio podría eventualmente verse obligado a abordar la controversia si sigue creciendo.
Este último escándalo marca otro capítulo más en la tumultuosa relación de Meghan y Harry con el público y la institución real. Queda por ver si las acusaciones tienen algún fundamento, pero una cosa es segura: esta revelación sin duda se sumará al drama en curso que rodea al duque y la duquesa de Sussex.